Realizan diagnóstico de escuelas públicas de Jalisco
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Realizan diagnóstico de escuelas públicas de Jalisco
El Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO, en conjunto con Mexicanos Primero y la Universidad de Guadalajara, presentó los resultados del estudio “¿Qué necesitan las escuelas públicas en Jalisco?”, un estudio cualitativo en el que se buscó humanizar el proceso de investigación.
Oliver Zazueta
Buscando visibilizar y sensibilizar a la sociedad y a las autoridades acerca de las necesidades educativas de la región, se presentaron los resultados de la investigación cualitativa “¿Qué necesitan las escuelas públicas en Jalisco?”, en la cual participó el ITESO, en alianza con la Universidad de Guadalajara (UdeG) y la asociación Mexicanos Primero Jalisco, AC.
En la presentación, realizada en la sala de prensa del Edificio de Rectoría General de la UdeG, participaron Itzia Gollás Núñez y Martha Pereira Moncayo, directora y coordinadora de Investigación, respectivamente, de Mexicanos Primero Jalisco, AC; Juan Carlos Silas Casillas, coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación del ITESO, y José Navarro Cendejas, profesor investigador del Departamento de Políticas Públicas y del Instituto de Investigación Educativa del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la UdeG.
Por medio de una metodología cualitativa, en la que no se buscó una representatividad numérica sino conocer las percepciones de los agentes educativos y la vivencia cotidiana, a principios de año se realizó un trabajo de campo en 12 escuelas públicas de diferentes regiones de Jalisco, en las cuales se realizaron entrevistas con los adultos y grupos focales con los alumnos.
“El tema de la educación debe estar en nuestras conversaciones, en los espacios de toma de decisiones. Más allá de los intereses de las diferentes miradas, lo importante es que estas niñas y niños tengan acceso a la mejor educación posible y dejar a un lado intereses particulares. [Este estudio] lo que busca es recuperar la riqueza de las miradas, humanizar el proceso investigativo e incidir y aportar a partir de estas comunicaciones de hallazgos, ponerlas en diálogo e invitar a la sociedad a la toma de conciencia”, dijo Gollás Núñez.
Entre las conclusiones del estudio, Silas Casillas destacó un aspecto fundamental que es la relación entre la escuela y la comunidad, pues los propios actores educativos —estudiantes, padres de familia, docentes y funcionarios— comentaron sobre la importancia de fortalecer este vínculo bidireccional, en especial para evitar que los niños dejen de asistir a la escuela.
“Se habló de fortalecer la comunicación entre docentes y padres en torno a estas oportunidades de aprendizaje que pueden tener los niños, y la posibilidad de incidir en la comunidad. Quedó de manifiesto que el contexto socioeconómico es un factor protagónico, y el nivel educativo de las familias incide”, explicó.
El estudio detectó, según explicó Pereira Moncayo, que a raíz de la pandemia hubo más problemas de aprendizaje: “En casi todas las escuelas el rezago educativo se agudizó, especialmente en el turno vespertino y en aquellas escuelas que están en zonas marginadas o que cuentan con poca participación de sus familias”.
Entre los docentes se detectaron condiciones de la práctica educativa y necesidades claras de atención, tales como la resolución ágil a trámites de diversa índole —infraestructura, gestión de recursos económicos, falta de docentes y de promoción de docentes—, o la existencia de una carga administrativa excesiva e innecesaria.
El tema de las necesidades de infraestructura fue abordado por Navarro Cendejas, quien destacó que a partir de las percepciones de los actores se detectaron carencias materiales, la más común fue en temas de mantenimiento de las instalaciones y del mobiliario, pero también en otros rubros como la mejora en la calidad de las instalaciones sanitarias o del servicio de internet.
Entre las voces de los estudiantes se destacó la necesidad de contar con espacios recreativos, como sitios destinados para comer, bibliotecas, bebederos o talleres, así como la falta de docentes de inglés, computación y educación física en algunos planteles, o el poner más atención a los compañeros con problemas de aprendizaje.
A partir de esta evaluación se estableció una serie de recomendaciones que ya fueron compartidas con las autoridades de educación de Jalisco y que es necesario atender, tanto por parte del gobierno como de la propia comunidad escolar. Entre ellas destaca la necesidad de contar con evaluaciones diagnósticas, socioemocionales y de logros de aprendizajes; tener estrategias específicas para la disminución del rezago educativo y para incrementar la asistencia regular a la escuela, o enfocar el trabajo en abordar las situaciones de riesgo y de violencia partiendo de los recursos con los que ya cuentan las comunidades escolares.
También ven necesario reforzar las acciones de atención con los estudiantes que enfrentan barreras al aprendizaje; mejorar el financiamiento a través de la diversificación de canales de recaudación de fondos, y atender la práctica educativa de los decentes en tareas de formación, acompañamiento y, particularmente, en cuanto a la reducción de carga administrativa.
Finalmente, consideran vital poner atención a los procesos de interacción, especialmente de aquellos estudiantes con inasistencias frecuentes, así como en los casos de acoso escolar, estableciendo también espacios de diálogo entre los agentes educativos, e involucrar a la comunidad cercana para identificar mecanismos de apoyo.
El estudio completo puede consultarse en https://mexicanosprimerojalisco.org/.
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