Escuchar, no juzgar y acompañar: claves para prevenir el suicidio
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Escuchar, no juzgar y acompañar: claves para prevenir el suicidio
En el marco de la Segunda Jornada de Prevención del Suicidio del ITESO, expertos hablaron sobre algunos aspectos que deben procurarse para prevenir suicidios, como contar con redes de apoyo sólidas, alentar la buena autoestima e implementar políticas públicas efectivas.
Montserrat Muñoz
Al buscar la palabra “suicidio” en Facebook, antes de desplegar los resultados la plataforma presenta una ventana en la que se ofrecen recursos para acompañar a la persona y evitar discursos que alienten conductas encaminadas a autolesiones. Este es un ejemplo de cómo el diálogo en torno al fenómeno suicida ha permeado, aunque incipientemente, en plataformas que responden a los grupos considerados en mayor riesgo.
A pesar de ello, el diálogo alrededor del suicidio sigue estigmatizado y, por lo tanto, las estrategias para la prevención no son ampliamente discutidas. En un esfuerzo por contrarrestar esta tendencia, el ITESO se realizó el conversatorio “Factores de protección frente al fenómeno suicida”, en el marco de la Segunda Jornada de Prevención del Suicidio.
Luis Miguel Sánchez Loyo, profesor del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), señaló que el suicidio es un problema multicausal que se alimenta de la suma de factores de riesgo de diversa índole: familias con antecedentes de trastornos mentales, violencia, uso y abuso de sustancias, y experiencias traumáticas durante la infancia y adolescencia, así como precariedad económica y rasgos de personalidad como ansiedad, impulsividad y tendencia a tener un ánimo negativo, entre otros.
Lo anterior se suma a un contexto en el que las redes sociales de apoyo están desdibujadas desde las estructuras, lo que dificulta que una persona joven tenga acceso a la atención y al acompañamiento necesario.
“Vamos sumando una gran cantidad de factores, una sociedad que cada vez nos vulnera más como individuos y el hecho de que no hemos desarrollado estrategias compensatorias de tipo social comunitario para lidiar con eso”, advirtió el también académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Ana Luz Domínguez Carranza, jefa de psicología del Centro Comunitario de Salud mental número 1 del IMSS Jalisco, dijo que el fenómeno suicida registró un repunte con la pandemia, además de que las edades de mayor prevalencia bajaron significativamente: antaño, el grupo con mayor vulnerabilidad era el comprendido por las personas de entre 29 y 35 años, que ahora es rebasado por las personas de entre 14 y 29 años.
Sánchez Loyo continuó diciendo que se han detectado intentos de suicidio en niños de quinto de primaria, aunque es baja la tasa de letalidad. Señaló que las mujeres lo intentan más y lo logran menos, y los hombres, por el contrario, tienden a consumar el suicidio debido a los métodos que utilizan.
“Hemos transitado de ser una sociedad más colectivista a ser una sociedad más individualista. Somos menos sensibles al malestar emocional de los otros. Eso hace que aquellos que tienen más vulnerabilidades tengan menos recursos para hacerles frente”, dijo.
Cómo ayudar a quien lo necesita
“Si tienen un amigo o familiar que les comparte que estaría mejor muerto o que piensa en desparecer, hay que escuchar, no juzgar y acompañarle a buscar ayuda”, recomendó Luis Miguel Sánchez.
Por otra parte, el profesor del ITESO consideró prioritario fortalecer a la familia como institución y al sistema de salud, desde el primer nivel de atención. Asimismo, señaló que las instituciones educativas también tienen un papel primordial en el avistamiento de casos de riesgo y acompañamiento a los jóvenes y sus familias.
Asimismo, comentó que las políticas públicas pueden tener una injerencia importante en la disminución de factores de riesgo, desde la creación de programas de apoyo al desempleo, la promoción del trabajo y el otorgamiento de recursos económicos a personas vulnerables.
“Así como el suicidio es un problema multifactorial, las estrategias de prevención tienen que ser también múltiples. Hay que responder a las características individuales, familiares y comunitarias”, dijo.
Ana Luz Domínguez afirmó que entre de los factores individuales que conviene procurar están una adecuada autoestima, el desarrollo de habilidades sociales, tolerancia a la frustración y una sana gestión de emociones.
La funcionaria insistió en la importancia de identificar qué es lo que está deteniendo a la persona para no quitarse la vida, porque puede ser punto de partida para el acompañamiento.
Si estás pasando por una situación difícil o requiere orientación para acompañar a alguien, acércate al Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven), ubicado en el edificio L del campus. También puedes visitar las redes sociales facebook.com/cjuven.iteso e instagram.com/cjuven.iteso o comunicarte al (33) 3134 2949.
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