Ser docente en el ITESO, un trabajo comprometido con el aprendizaje

Judith Morán

"Estar frente a un grupo realmente es mi vocación", afirma Nancy Ulloa, profesora de tiempo completo en el Departamento de Matemáticas y Física (DMAF) del ITESO, al reflexionar sobre la profesión que ejerce desde hace 14 años.

Para Héctor Galván, docente de la Escuela de Negocios ITESO, ser profesor es un asunto que aporta conocimiento a sus actividades empresariales.

Ambos son una pequeña muestra del perfil de los más de mil 300 profesores que integran el profesorado del ITESO, quienes el lunes 15 de mayo celebrarán su día.

Los dos comparten la pasión por impartir clases y por su materia, que con frecuencia es mencionada por los estudiantes del ITESO entre las características que tiene un buen profesor o profesora en los resultados del Instrumento de Apreciación Estudiantil (IAE) de los últimos cuatro periodos escolares, detalla Francisco Ayala, coordinador de Desarrollo Educativo de la Dirección General Académica (DGA).

El compromiso con los alumnos y su aprendizaje es otra de las características que los estudiantes destacan en la pregunta relativa a si recomendarían al profesor, explica Ayala. Y menciona como ejemplos de ello que estén dispuestos a ayudar más allá del tiempo y del espacio en clase, lo que se interpreta, asegura, como que el maestro tiene interés por el aprendizaje de los estudiantes.

La profesora Nancy Ulloa, quien imparte las materias de "Cálculo diferencial", "Cálculo integral" y "Ecuaciones diferenciales", valora que sus alumnos le planteen preguntas que ella no había imaginado.

"No hay semestre que no me haga un alumno una pregunta interesante que no se me había ocurrido, si conozco la respuesta en ese momento la doy, pero si no, les digo ‘está padrísima tu pregunta espérame', reviso y esa misma tarde les contesto por WhatsApp".

En el instrumento de valoración aparece que en el aula se aprecia la posibilidad de vincular lo que se ve en clase con lo que sucede en la realidad, ya sea por medio de ejemplos de casos que los profesores han vivido o que pongan a los estudiantes en contacto con situaciones reales para poner en práctica lo aprendido, comenta Ayala.

Galván afirma que esto lo ve en las preguntas que le hacen en clase.

"Muchos de mis alumnos se ríen de que tengo historia para todo", cuenta el profesor, y añade que conforme le van sucediendo distintas experiencias está pensando en llevarlas al aula.

"Hay cosas que los libros no te enseñan y es hasta que estás allá (afuera) y dices ‘caray, ojalá y alguien me hubiera dicho esto'", dice al hablar de la aportación de los profesores de asignatura.

Otro aspecto que aprecian los estudiantes es la cercanía e interacción que pueden establecer con sus profesores, sin que ello implique que no sean exigentes, rasgo que también valoran, al igual que el hecho de que sean organizados y que sus clases sean planeadas.

"Lo que caracteriza al profesor del ITESO es el trato humano y la atención que le da al alumno y, también, del alumno hacia el profesor; se crea un lazo de confianza", remarca Ulloa, quien es la primera profesora que impartió una materia de ciencias exactas en inglés, la de "Cálculo integral".

Tanto Nancy Ulloa como Héctor Galván reconocen que ellos también están dentro del proceso de aprendizaje.

La profesora afirma que el ambiente dentro de las aulas no debe apuntar hacia que sólo una persona lo sabe todo. "Aprendo mucho tanto en la parte matemática como en la parte humana. Cada uno de los estudiantes tiene mucho que aportar".

La práctica profesional de Galván como emprendedor se ha enriquecido con la actitud de sus estudiantes de siempre cuestionar. Además, aprecia la libertad de cátedra que existe en el ITESO.

El docente debe preocuparse por los ámbitos personal, universitario, social y espiritual

"Ser profesor del ITESO es ser un profesionista apasionado por el cultivo de un campo de estudio, centrado en que los alumnos aprendan y desarrollen las competencias para ejercer una profesión socialmente pertinente, atento al análisis permanente de la realidad social, interesado y comprometido en participar en la vida pública del país para incidir en los cambios que considere importantes". Así describe Catalina Morfín, directora General Académica, a los docentes de esta casa de estudios.

Señala que el profesorado debe preocuparse no sólo por la formación de estudiantes en un campo determinado, también en "los ámbitos personal, universitario, social y espiritual".

Morfín afirma que la figura del profesor debe estar ligada a la investigación, ya que eso le permite conocer un campo de estudio, además de que "por medio de la investigación la universidad puede ofrecer respuestas socialmente pertinentes a los problemas que nos aquejan".

"Contar con profesores que investiguen y ayuden a que todos los estudiantes de esta universidad lo hagan también, aunque sea en algún trayecto de su formación, seguramente favorecerá un ejercicio creativo de la profesión. La investigación es un motor imprescindible para que la universidad genere proyectos en donde se formen los estudiantes que incidan en la realidad social para construir alternativas de solución de largo plazo que hagan posible una humanidad más plena", añade Morfín.

En la Misión del ITESO (2003) se establece entre los fines instituciones de la universidad "ampliar las fronteras del conocimiento y la cultura en la búsqueda permanente de la verdad". 

Finalmente, la académica agrega que "la investigación es como el concentrado más denso del quehacer universitario. Es creación, producción original, desarrollo de argumentación y coherencia de las ideas; revisión exhaustiva y reflexión profunda; visión que trasciende lo aparente e instrumento que posibilita imaginar otros mundos posibles".

En la Ceremonia de Reconocimientos a Profesoras y Profesores: Promociones y Distinciones, que se llevará a cabo el lunes 15 de mayo, a las 18:00 horas, en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ,  Jorge Narro será reconocido como profesor emérito.